En ella entró con planes de revolución
de darle un canto a todos pa’que nadie sufriera más
Hoy miro, y de ella que amé
la que amo
lo que queda es su espiritu moribundo
Un espiritu que ni sabe por qué todavía está aquí
luchando por vivir una vida que no vale la pena sentir
No hay dos pesos ni pa comprar dominó
Hace más de cincuenta años que las haciendas ni se pintan
tampoco una sonrisa honesta por miedo que te pinten
Lo que un día fue, ya no lo es
La revolución no era para nosotros que necesitabamos
pero para él que quería tener
su propio país
su propio pueblo
su propio gobierno
Ni el viento que sopla le da vida
Ésta isla muerta ya no resusita
El disgusto hace decadas que se largó
se puso la mochila en la espalda, me dijo adios y en alto silencio me reveló
no te preocupes hermano, que te dejo con angustia para que no vivas en solitud
Desde entoces las vacas no dan leche
las gallinas ni huevos pueden poner
y todo mundo que viene de afuera
disfruta de lo que nadie adentro puede tocar
Bueno después que no sea el que montó la revolución
Ése tiene más que los demás aunque nos venda la igualdad
su propio país
su propio pueblo
su propio gobierno
en ruinas lo dejó
La muerte no fue de uno singular ni acompañada
fue total
que en mi vida, o espiritu que diga
yo haya visto la muerte de mi isla
Ya no puedo ni llorar
es que ya no queda el por qué sollozar
Ni babalú, yemayá, o eleguá resusitan a está isla si él no se va
Ayer caminé por la playa, mire el viento abatiendo la palmas
y en cuenta caí
a los cocos ya no le quedan ni agua
su propio país
su propio pueblo
su propio gobierno
le pido a los reyes, dios y to los santos
que aguanten de ésta isla
lo que todavía no se ha muerto